El manejo de la información que forma parte del trabajo diario del analista en ocasiones requiere que estos se preparen en el área de “inteligencia emocional”, ya que encuentran algunos datos, historias y hasta imágenes que al no estar previamente filtrados generan un impacto desagradable y/ó perturbador.
Ubicarse desde la posición de observador y entrevistador no es suficiente para evitar el impacto de ver, por ejemplo, como alguien que sufre de alguna enfermedad vive día a día con esto y si es incurable es mayor el padecimiento que a lo largo del tiempo se describe y evidencia, porque esto es una tema sensible para la mayoría de las personas.
Para comprender un poco más sobre el tema, describimos a continuación en este post algunos aspectos importantes sobre cómo lidiar con esa información que puede ser perturbadora desde el enfoque de expertos analistas.
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Los “temas sensibles”.
Algún evento personal o familiar que afecte al investigador relacionándolo directamente con el tema que se asigna puede generar reacciones emocionales que pueden afectarle con frecuencia y en la mayoría de los casos desde el punto de vista ético.
Una reconocida analista de investigación describe la existencia de esos “temas delicados” para algunas personas que forman parte de su equipo de trabajo, inclusive de manera particular, sobre todo cuando los temas se polarizan en las redes sociales. Y aunque no siempre se clasifican como tabú pueden impactar emocionalmente al investigador, otros “chocan” con las creencias religiosas y hasta con los valores éticos.
En este punto es necesario citar ejemplos sobre los denominados “temas sensibles”. Entre estos se encuentran las historias sobre enfermos de cáncer, experiencias en las cárceles, mujeres maltratadas, desplazados por conflictos de guerra, entre otros. La narración de los hechos en ocasiones puede ser tan emotiva que afectan al investigador y si reiteradamente le asignan trabajo con esas temáticas puede verse afectado.
Consejos para manejar los “ temas sensibles ”
Algunos expertos señalan que el uso de una política global dirigida a proteger a los investigadores, incluyendo desde revisiones internas y reuniones de verificación es una opción que debe considerarse, además de relevar del proyecto cuando el investigador se vea muy afectado, para lograr este grado de confianza es fundamental propiciar la comunicación abierta y constante con los miembros del equipo para estos sientan que pueden expresar sus dudas y opiniones.
Entre los consejos de diferentes investigadores destaca en primer lugar mantener contacto con sus colegas. Consultar y compartir sus sentimientos con sus compañeros de equipo en relación a un tema es algo positivo, además permite expresar sus preocupaciones. Este compartir no tiene que darse de manera personal, el uso de las diferentes redes sociales es un elemento importante a tomar en cuenta.
En segundo lugar, un diario personal también puede ser una herramienta muy útil, porque se drenan las emociones a medida que los analistas escriben las vivencias y las impresiones sobre la información de un tema en particular durante el proceso de observación-indagación. Además, al leer las anotaciones en momentos claves de las entrevistas, puede darle un giro interesante a las conclusiones, convirtiéndose en un método de autoinformación que es un gran apoyo cuando el investigador trabaja solo.
Otro consejo que resulta muy útil para los analistas que deben tratar con temas sensibles es tratar de hacer una pausa, puede ser pasando un fin de semana libre en el campo ó algún lugar de recreación para “refrescar la mente”. También es conveniente limitar la frecuencia y buscar el equilibrio, porque no es recomendable que siempre se trabaje con los mismos temas y participantes, en especial si reflejan realidades que pueden impactar emocionalmente al investigador.
