En los últimos años se ha incrementado la preocupación de los consumidores por su salud, esto ha supuesto un cambio considerable en el comportamiento de los mismos al momento de realizar sus compras.
Traducido en cifras, el 32% de los directivos encuestados referidos la publicación “La realidad de los Consumidores online” de la empresa KPMG en el año 2017, opinaron que la preocupación por la salud y bienestar ha supuesto un cambio en los hábitos de consumo.
También la consultora Nielsen encuestó a consumidores y registró que 59% previeren los beneficios de salud y bienestar de un producto al momento de realidad su compra y 60% afirma que se esfuerza en realizar compras sanas.
Desde un enfoque académico, la Universidad Oberta de Catalunya en junio 2017 publica los resultados de un estudio realizado a consumidores de productos ecológicos en 24,5% aunque ello implica pagar más.
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Qué buscan los consumidores saludables.
Desde el año 2015 el Grupo NPD ha destacado que las categorías comerciales han crecido con respeto a la salud y el bienestar cambiando hacia el estilo de vida deportiva y tecnológica, pero incrementando el comercio de experiencias relacionadas con estilos de vida saludable como una nueva forma de socializar y esto lo aprovechan las marcas deportivas que lideran la evolución del retail de experiencias con eventos para fidelizar e impulsar las ventas.
Los consumidores saludables revisan las etiquetas de los productos antes de comprarlos, buscan el aporte en beneficios para su cuerpo y hasta cómo pueden prolongar su vida.
En cuanto a los alimentos muchos se inclinan por aquellos productos frescos y cultivados orgánicamente, creando todo una compleja red de mercado de alimentos producidos de manera orgánica.
También de manera algo tímida se han fortalecido los alimentos con baja o nula cantidad de gluten, que a pesar de ser más costosos se ha posicionado poco a poco en el mercado.
Los productos ligth, libres de grasas trans, con probióticos, tienen un especial espacio en los estantes de las tiendas hasta en los grandes supermercados, buscando la disminución de las enfermedades de origen cardiovascular.
El costo como limitante al momento de la compra.
En principio el costo de los productos saludables parecía inaccesible para los consumidores por su baja cantidad y dudas de los inversionistas para participar en ese mercado. Sin embargo, tras un proceso de globalización e impulso sobre la vida saludable comenzaron a surgir nuevos competidores y el costo de los productos ya era variable convirtiéndose en algo más accesible para los consumidores.
“La salud es una inversión”. Este lema fue muy publicitado en su tiempo y por esto las personas comenzaron a separar parte de su presupuesto personal y/o familiar para la compra de productos saludables, esto fue transmitiéndose de manera generacional, por ejemplo, los niños consumen más yogurt que en otras épocas y también les gustan más las barras energéticas porque contienen el chocolate que tanto les gusta aunque en una proporción más baja.
Las estrellas del cine y deporte como promotores de una vida saludable.
El incremento de consumidores saludables también es consecuencia de la preocupación de grandes artistas como Angelina Jolie y Shakira que promueven a nivel mundial sus hábitos de vida saludable consumiendo alimentos orgánicos complementado con la práctica de alguna actividad deportiva. Su fama traspasa las fronteras y a medida que pasa el tiempo estas personas se convierten en promotores de una vida saludable.
El público masculino también está cada vez más convencido de la necesidad de consumir productos saludables y practicar actividades deportivas para conservar y/o mejorar su condición física así como extender su periodo de vida. Grandes estrellas como Leonel Messi promueven hábitos de consumo saludable y su fortaleza física representa un ícono entre los compradores masculinos.
En fin, la publicidad también forma parte fundamental en el cambio de hábitos de consumo y la participación cada vez mayor en actividades físicas que preserven la salud. El discurso ha trascendido y las próximas generaciones pueden incrementar las cifras de consumidores saludables.
